En la facultad, entre profesores y alumnos, uno puede notar cierto fastidio y resentemiento hacia las empresas locales por contratar ingenieros y no científicos (matemáticos, físicos, químicos, etc.) . Lo que percibo, es que en la base de este (casi siempre inconciente) resentimiento, se encuentra la creencia de que existe un derecho natural de las personas a trabajar en lo que les guste y ganar buenos sueldos por ello. Eso es falso, no existe nada parecido a tal derecho, y en última instancia, descreo que daban ser las empresas las encargadas de satisfacerlo.
Y esto no solo ocurre en el terreno de la matemática, lo mismo ocurre en áreas de la física, química y la biología. Por mas que se hable de "vinculación", "articulación" y "complemetariedad" entre el sector público y el privado en materia científica y tecnológica, esto no pasa de ser un asunto sin impactacto significativo en el mercado laboral científico (a los sumo alguna pasantía). Pero todo esto es lo lógico y naturalmente esperable. Pensemos que podría hacer un matemático, un físico, un biólogo en una empresa: investigar, desarrollar tecnología privada, mejorar lo existente y en última instancia, innovar. Por otro lado fijémosnos cuál es el principal problema de las empresas (tanto públicas como privadas): la falta de ingenieros.
El país en el puesto 43 en cantidad de estos profesionales por habitante. En los países desarrollados (que también tienen déficit de ingenieros) la proporción es de 1 cada 2500 habitantes, aquí de 1 cada 8000. En el futuro necesitaremos 1 cada 5000, lo que implica tener que duplicar la cantidad de ingenieros recibidos anualmente (87 por año).(1). Aunque en este aspecto, Argentina esta mejor que Brasil, que acusa un déficit de 20000 ingenieros por año (2).
Por otro lado, consideremos que el ingeniero no desarrolla nuevo conocimiento, se limita a aplicar viejas tecnologías. Cuando el trabajo del ingeniero muestra las falencias de las técnicas y modos de producción existenentes, es cuando está preparado el terreno para la innovación. Es entonces cuando las empresas recurren a científicos (matemáticos, físicos, químicos, etc.) y grupos de desarrollo tecnológicos para que hagan investigación de base y, finalmente, mejoren lo existente o innoven. Pero esto último solo ocurre cuando es evidente la obsolencia (total o relativa) de los viejos métodos utilizados.
Ahora bien, si las empresas argentinas apenas tienen ingenieros para aplicar viejas tecnologías ¿porqué habrían de invertir en el desarrollo de nuevas?
Insistir en la contratación de matemáticos y físicos en la coyuntura actual es intentar contruír la casa por el techo: sin embargo eso es la insistencia generalizada que se escucha en cualquier Facultad, en un claro ejemplo de la desconexión del ambiente Académico con la realidad productiva del país (desconexión que muchas veces se denuncia pero pocas se exhibe con ejemplos concretos). Y esta insistencia también ha sido una de las falencias de la política científica actual. El .Dr. Eduardo Charreau comenta "El esfuerzo que se ha hecho por parte del Estado (para incentivar I+D en las empresas) es considerable. Pero también, no son muchas las empresas que han estado capacitadas o han querido tomar ese tipo de desafíos. Generalmente son aquellas empresas que ya estaban realizando I+D con cierta salida importante, con experiencia en ello que ha tomado estos instrumentos y profundizado la tarea que venían realizando. "(3).
Evidentemente, hay un proceso que comienza con la contratación de ingenieros y la aplicación de técnicas ya desarrolladas y que desemboca (exito empresarial mediante) en la necesidad y/o conveniencia de la investigación básica y aplicada por parte del sector privado y público. Este es un proceso que no puede saltearse etapas, pero si puede acelerarse su velocidad de desarrollo, y ese quizás debiera ser el objetivo de la política científica.
Notas:
(1)http://management.iprofesional.com/notas/118220-Ingenieros-las-empresas-pagan-sueldos-muy-altos-pero-es-una-misin-imposible-encontrarlos
(2)http://noticias.terra.com.ar/deficit-de-ingenieros-desafia-ambiciones-de-brasil,2611d734b3b43310VgnVCM3000009af154d0RCRD.html
(3)http://server.innovat.org.ar/?p=636
Y esto no solo ocurre en el terreno de la matemática, lo mismo ocurre en áreas de la física, química y la biología. Por mas que se hable de "vinculación", "articulación" y "complemetariedad" entre el sector público y el privado en materia científica y tecnológica, esto no pasa de ser un asunto sin impactacto significativo en el mercado laboral científico (a los sumo alguna pasantía). Pero todo esto es lo lógico y naturalmente esperable. Pensemos que podría hacer un matemático, un físico, un biólogo en una empresa: investigar, desarrollar tecnología privada, mejorar lo existente y en última instancia, innovar. Por otro lado fijémosnos cuál es el principal problema de las empresas (tanto públicas como privadas): la falta de ingenieros.
El país en el puesto 43 en cantidad de estos profesionales por habitante. En los países desarrollados (que también tienen déficit de ingenieros) la proporción es de 1 cada 2500 habitantes, aquí de 1 cada 8000. En el futuro necesitaremos 1 cada 5000, lo que implica tener que duplicar la cantidad de ingenieros recibidos anualmente (87 por año).(1). Aunque en este aspecto, Argentina esta mejor que Brasil, que acusa un déficit de 20000 ingenieros por año (2).
Por otro lado, consideremos que el ingeniero no desarrolla nuevo conocimiento, se limita a aplicar viejas tecnologías. Cuando el trabajo del ingeniero muestra las falencias de las técnicas y modos de producción existenentes, es cuando está preparado el terreno para la innovación. Es entonces cuando las empresas recurren a científicos (matemáticos, físicos, químicos, etc.) y grupos de desarrollo tecnológicos para que hagan investigación de base y, finalmente, mejoren lo existente o innoven. Pero esto último solo ocurre cuando es evidente la obsolencia (total o relativa) de los viejos métodos utilizados.
Ahora bien, si las empresas argentinas apenas tienen ingenieros para aplicar viejas tecnologías ¿porqué habrían de invertir en el desarrollo de nuevas?
Insistir en la contratación de matemáticos y físicos en la coyuntura actual es intentar contruír la casa por el techo: sin embargo eso es la insistencia generalizada que se escucha en cualquier Facultad, en un claro ejemplo de la desconexión del ambiente Académico con la realidad productiva del país (desconexión que muchas veces se denuncia pero pocas se exhibe con ejemplos concretos). Y esta insistencia también ha sido una de las falencias de la política científica actual. El .Dr. Eduardo Charreau comenta "El esfuerzo que se ha hecho por parte del Estado (para incentivar I+D en las empresas) es considerable. Pero también, no son muchas las empresas que han estado capacitadas o han querido tomar ese tipo de desafíos. Generalmente son aquellas empresas que ya estaban realizando I+D con cierta salida importante, con experiencia en ello que ha tomado estos instrumentos y profundizado la tarea que venían realizando. "(3).
Evidentemente, hay un proceso que comienza con la contratación de ingenieros y la aplicación de técnicas ya desarrolladas y que desemboca (exito empresarial mediante) en la necesidad y/o conveniencia de la investigación básica y aplicada por parte del sector privado y público. Este es un proceso que no puede saltearse etapas, pero si puede acelerarse su velocidad de desarrollo, y ese quizás debiera ser el objetivo de la política científica.
Notas:
(1)http://management.iprofesional.com/notas/118220-Ingenieros-las-empresas-pagan-sueldos-muy-altos-pero-es-una-misin-imposible-encontrarlos
(2)http://noticias.terra.com.ar/deficit-de-ingenieros-desafia-ambiciones-de-brasil,2611d734b3b43310VgnVCM3000009af154d0RCRD.html
(3)http://server.innovat.org.ar/?p=636
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