En 1938 Reichenbach caracterizó la investigación científica dividiéndola en dos etapas o dos contextos por los que atravesaba todo desarrollo científico: primero una etapa o un contexto de descubrimiento, donde el investigador descubría, intuía o simplemente adivinaba un hecho, un nexo causal, una regularidad, una aplicación, alguna línea de pensamiento provisoria; y luego en segundo lugar venía una etapa o contexto de justificación, en el cual el investigador tomaba la idea surgida en el contexto de descubrimiento y la sistematizaba, la comprobaba y la sometía al tamiz metodológico de su disciplina. Mientras el contexto de justificación es sistemático, lógico, deductivo, el contexto de descubrimiento es impredecible, intuitivo, azaroso y depende de factores sociales, culturales, económicos, ideológicos, psicológicos, etc. Y no es casualidad que aquellos que desean subsumir a la Ciencia en el conjunto de las ideologías, desdibujen o simplemente ignoren esta clara distinción: relativizan la actividad científica suponiendo inseparables a las dos etapas y reduciendo la actividad científica a un conjunto de condicionamientos sociales. Lo interesante, es que el contexto de justificación (es decir, la justificación lógica y empírica de las intuiciones) es lo propio, lo característico de la Ciencia. El contexto de descubrimiento no es para nada algo único de la actividad científica, es una característica compartida con las ideologías, con la teología, con el arte. La historia del arte y del pensamiento humano está plagada de anécdotas donde un individuo tiene de repente una iluminación, un chispazo, un momento donde aparece de la nada y de forma impredecible algún concepto o alguna idea. La mente de un teólogo se ilumina de repente y comprende una nueva faceta de su dios, el filósofo intuye un nuevo concepto, al artista se le ocurre una nueva obra, etc. Pero lo que distingue a la ciencia de las otras actividades del pensamiento humano, es lo que hace a continuación de esas intuiciones: sistematiza, justifica empírica y lógicamente lo descubierto, predice nuevos hechos, y si lo intuído deriva en contradicciones, comienza nuevamente el proceso en vez de caer en fórmulaciones paradójicas... y eso marca una clara diferencia de la Ciencia con el resto de las disciplinas humanas.
El esquema anterior es simple, quizás un poco pobre (hay quienes agregan un tercer y cuarto contexto: el de divulgación y el de aplicación). Pero la idea Reichenbach marca claramente hasta donde influye el entorno social en la investigación científica, y hasta dónde esta puede ser caracterizada de "ideológica"...
El esquema anterior es simple, quizás un poco pobre (hay quienes agregan un tercer y cuarto contexto: el de divulgación y el de aplicación). Pero la idea Reichenbach marca claramente hasta donde influye el entorno social en la investigación científica, y hasta dónde esta puede ser caracterizada de "ideológica"...
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